44. Hechos
Que Preceden La Segunda Venida
De Cristo
por
Lewis Sperry Chafer
A. ACONTECIMIENTOS IMPORTANTES
DE LA ERA ACTUAL
Muchas profecías se van cumpliendo
a medida que avanza esta era. El carácter general de la
era está presentado en siete parábolas
en Mateo 13. En la parábola del sembrador, que es de
naturaleza introductoria, se describe la variada recepción de la verdad. A veces cae sobre el terreno duro y apisonado, donde queda a merced de las aves que la comen. Otras cae sobre un terreno que es muy superficial y pedregoso, y cuando aún está comenzando
a brotar, muere por
falta de raíces.
Otras veces cae en buena tierra pero es ahogada
por las espinas que la rodean.
Sólo una porción de la semilla cae en buena tierra y produce fruto de a ciento por uno, sesenta
por uno o treinta por uno (Mt. 13:1-9, 18-23).
La parábola de la cizaña sembrada junto al trigo indica el peligro de la falsa profesión que no
será juzgada hasta el tiempo de la siega (vv. 24-30, 36-43). La parábola de la semilla de mostaza indica el rápido crecimiento del cristianismo desde un pequeño comienzo a un gran movimiento
(vv. 31-32). La parábola
de la levadura habla del mezclado con la buena masa hasta que todo
queda leudado (vv. 33-35). El tesoro escondido
de Mateo 13:44 probablemente se refiere a Israel
escondido en cuanto a su entidad nacional en la era actual, pero que, sin embargo, fue comprado
por Cristo en su muerte.
La perla de gran precio (vv. 45-46) parece hablar de la iglesia
como aquella por la cual Cristo murió, un rasgo importante de la edad actual durante el período en que la identidad nacional de Israel está escondida. La parábola final de la red (vv. 47-51) ilustra la separación de los
salvados de los inconversos al
final del siglo.
En general, Mateo 13 habla de todo el período entre la primera y la segunda venida de Cristo
sin referencia al arrebatamiento o a los detalles de la iglesia como cuerpo de Cristo. Describe la esfera de la profesión de fe y el cuadro
mixto
del bien y del mal. El desarrollo
dual del bien y del mal durante la era caracteriza este período, llegando a su clímax en el juicio y la separación.
No hay justificación para el postmilenialismo, con sus conceptos de que el reino de Dios finalmente
triunfará por medio de la predicación del evangelio y por el esfuerzo humano. Por otra parte, no
hay
lugar para el pesimismo, porque Dios cumplirá su propósito. Alguna semilla caerá en buena tierra y producirá
fruto. Habrá trigo en medio de la cizaña y buenos peces entre los malos. Los mil novecientos años transcurridos desde
Pentecostés
han demostrado la exactitud de la gran
profecía de Mateo 13.
Un cuadro similar de la edad actual, con su foco puesto en el fin de la edad, se encuentra en Mateo
24. Allí, en los versículos 4-14 se dan nueve señales
del fin: 1) falsos cristos (y. 5), 2)
guerras y rumores de guerras (y. 6), 3) hambres (y. 7), 4) pestilencias (y. 7), 5) terremotos (y. 7),
6) mártires (vv. 9-10), 7) falsos profetas (y. 11), 8) iniquidad
abundante y Un enfriamiento del fervor por Cristo (y. 12), 9) el evangelio del reino es predicado en todo el mundo (y. 14).
Otro rasgo de la edad presente será la creciente
apostasía de parte de los inconversos que hay
dentro de la iglesia profesante.
2 Pedro 2 - 3 resume esta progresión en cuatro categorías: 1) la negación de la
persona y la deidad de Cristo (2:1), 2) negación
de la obra de Cristo que nos
compró cuando murió en la cruz (2:1), 3) apostasía moral al apartarse de las normas morales
(2:2-22), 4) apartamiento de la doctrina de la
segunda
venida de Cristo
y
de
los juicios relacionados con ella (3:1-13). Otros pasajes contribuyen a la doctrina de la apostasía en el Nuevo
Testamento (1 Ti.
4:1-3; 2 Ti. 3:1-9; Jud. 3-19). Todas
estas profecías de apostasía
en gran escala en la iglesia se están cumpliendo a partir del primer siglo y hasta el presente. La apostasía
final ocurrirá
después
que
la
iglesia
sea
arrebatada y quede en el
mundo
sólo la
porción inconversa de la iglesia profesante.
La edad presente, en lo que se refiere
al propósito de Dios al llamar a su iglesia, llegará
bruscamente a su fin en el arrebatamiento. Este suceso, que no tiene fecha en las profecías del Antiguo Testamento, describe la retirada
de la iglesia del mundo cuando los muertos en Cristo
sean resucitados y los
cristianos que estén vivos sean llevados al cielo sin morir (1 Co.
15:51-58;
1 Ts. 4:13-18). Este suceso llevará
a su término el propósito de Dios en lo que respecta
a la iglesia como una comunidad
separada de santos, y la partida de la iglesia
dejará preparado el
escenario para los importantes sucesos que conducirán hacia la segunda venida de Cristo a la
tierra para
establecer su reino milenial. Se
pueden observar
tres
grandes períodos
entre el arrebatamiento
y la segunda venida: 1) el período de preparación,
2) el período de paz, 3) el
período de persecución.
B. EL PERIODO DE PREPARACION QUE SIGUE AL ARREBATAMIENTO
El arrebatamiento,
al sacar de la tierra a toda persona salvada, será una intervención dramática en la historia humana. Señalará
el comienzo
de una serie de sucesos que
rápidamente se moverán hacia un gran clímax
en
la
segunda venida de Cristo. Obviamente,
la
salida de todos los cristianos de la tierra tendrá un efecto sobre la historia del mundo como un todo y permitirá la
demostración del mal en el mundo y el cumplimiento del propósito satánico de una manera que antes no fue posible.
La primera fase después del arrebatamiento será un período de preparación para los grandes
acontecimientos que seguirán.
Estos sucesos estarán relacionados con
las tres
grandes áreas de la profecía, que conciernen a la iglesia,
Israel y los gentiles.
1. La iglesia profesante quedará en la tierra después del arrebatamiento. Aunque
la cuestión de si la iglesia
pasa por la tribulación ha sido objeto de controversias, muchos expositores creen que
la iglesia como cuerpo de Cristo será llevada en el arrebatamiento, dejando solamente a la
iglesia profesante —compuesta enteramente de personas
no salvadas— sobre la tierra para cumplir las
profecías acerca del cristianismo.
La iglesia
profesante después del arrebatamiento está simbolizada por la
ramera de Apocalipsis 17, descrita cabalgando
sobre la bestia escarlata que representa el poder político de ese tiempo. Su dominio es sobre todo el mundo, simbolizado por las muchas aguas (Ap. 17:1,
15). Por la
descripción hecha parece
claro que la iglesia mundial, que ahora está en su forma
más primitiva, se ve aquí en su etapa de completa apostasía, puesto que cada cristiano
verdadero ha sido quitado. Religiosamente hablando,
el período posterior
al rapto, en consecuencia, será un movimiento hacia la
integración de la iglesia mundial y hacia
la religión única mundial,
desprovista de los rasgos
redentores de la verdadera doctrina cristiana.
2. Para
Israel el período de preparación será un tiempo de avivamiento. Según Romanos
11:25, la ceguera
actual de Israel será quitada y muchos en Israel abrirán sus ojos al hecho de que Jesús es ciertamente su Mesías y Salvador. En los días que vendrán inmediatamente después del arrebatamiento,
probablemente millares de judíos se volverán a Cristo, haciendo uso de
ejemplares de las Escrituras y libros de doctrina dejados por los cristianos, y de obras acerca de
los pasajes bíblicos
que hablan sobre la esperanza de un Mesías que muchos judíos ya poseen. Indudablemente tendrán
una curiosidad insaciable por saber qué pasó con los cristianos que desaparecieron. Esta búsqueda será recompensada y muchos se convertirán.
Como en el primer siglo de la iglesia, los judíos
inmediatamente se convertirán
en embajadores del evangelio, ganando a su propio pueblo y a los gentiles para Cristo. La renovada obra de evangelismo será
emprendida a través
de todo el mundo.
El hecho de que ya los judíos estén esparcidos
por todo el mundo, sabiendo
muchos de los idiomas del mundo, los señalan como misioneros naturales al pueblo
en donde viven, así que indudablemente muchos serán llevados por ellos al conocimiento
de Cristo. Sin embargo, como en el primer siglo, no todos los judíos se volverán
a Cristo y la
salvación será solamente para
aquellos que creerán.
3. Políticamente en relación con
los gentiles, el tiempo de preparación
supone la resurrección
del antiguo imperio romano. Como se dijo en una discusión
previa, aún no se han cumplido las
etapas que corresponden a los pies de Daniel 2 y la etapa de los diez cuernos de las cuatro
bestias de Daniel 7:7. Esta profecía,
con la nueva luz dada por Apocalipsis 13, indica que el
imperio romano será revivido en la forma de diez naciones que se unen en una confederación. El Mercado Común Europeo podría bien ser un precursor de esto, pero el centro del poder político
parecería estar en el Mediterráneo y no en Europa
y probablemente incluirá las naciones más
importantes de Africa del
norte, Asia occidental y sur de Europa.
Una vez más el Mediterráneo será un «lago romano». Cuando estas diez naciones
se hayan
unido, surgirá un príncipe descrito
como el «cuerno
pequeño» en Daniel 7:8,
que será un dictador que primero obtendrá el control de tres y luego de las diez naciones. Políticamente será
el hombre fuerte del Oriente Medio y trabajará
con la iglesia mundial a fin de obtener el poder
mundial. Una vez que se haya establecido firmemente,
estará preparado el escenario para el
segundo gran período, el período del pacto.
C. EL PERIODO DE PAZ
Según Daniel 9:27, cuando el dictador del Oriente Medio surja como el «Príncipe que ha de
venir» (Dn. 9:26), hará un pacto con Israel por un período de siete años. Los detalles de este
pacto no se nos dan en las Escrituras, pero todo hace suponer que se trata de un pacto de
protección. Es claro que el dictador desea poner fin a la controversia
entre Israel y las naciones circundantes;
usa la artimaña de
establecer un protectorado para Israel y por
este
medio traer una cierta medida de paz y tranquilidad a la situación política en el Medio Oriente. Aunque no hay
indicación de que éste
será un período de completa paz,
Israel está
seguro, relativamente
hablando, y se le conceden privilegios en comercio y una libertad en cuanto a tensión que no ha
caracterizado a la nación desde que fue formada en 1948. Indudablemente el cambio inspirará a
muchos
judíos a regresar a su antigua
tierra,
e Israel prosperará
financieramente.
También durante este período la iglesia seguirá
aumentando su poderío, trabajando con el gobernador del área del Mediterráneo a fin de lograr el dominio religioso mundial. De igual modo, seguirá la evangelización de Israel y muchos se volverán a Cristo. Por otro lado, muchos también volverán al judaísmo ortodoxo. En este período será reconstruido
el templo en Jerusalén
y los
judíos ortodoxos renovarán
el sistema mosaico de sacrificios, los que no se habían ofrecido
desde que el templo fue destruido en el año 70 d.C. Esto está sobreentendido
en Daniel 9:27, donde
se predice que cesará el sacrificio, hecho apoyado por Daniel 12:11, que habla de la
finalización de los sacrificios diarios. Obviamente los sacrificios no podían cesar sin haber sido
reiniciados, y la reiniciación de los sacrificios requiere de un templo en Jerusalén.
Nadie sabe exactamente en qué momento
será reedificado
el templo,
pero es claro
que estará en funcionamiento cuando
comience este período de paz.
Sin embargo,
la
tranquilidad del Medio
Oriente será
destruida por
un
hecho
dramático descrito en Ezequiel 38 - 39, un ataque a Israel por parte de Rusia y sus aliados.
Los intérpretes de las Escrituras han discrepado
en sus análisis de este suceso y su ubicación en la cronología.
Según Ezequiel 38, ocurre en un tiempo
en
que Israel está en paz y reposo, período
que
corresponde a la situación
que se da después de hecho el pacto
con el príncipe romano. Aún más, el ataque es más que un asalto
sobre Israel porque desafía
todo el pacto de relaciones entre el
príncipe e Israel y es, en efecto, un intento ruso
de tomar el control
político y comercial del
Medio Oriente. Sin embargo,
debido a que se trata de un ataque sorpresivo, no hay un
registro de ejércitos que se levanten contra los invasores. En cambio, Dios interviene sobrenaturalmente para salvar a su pueblo y acaba con las fuerzas invasoras en una serie de catástrofes descritas en Ezequiel 38:18-23. Esta guerra destruye el período de paz y prepara el camino para el nuevo
período final.
D. PERIODO
DE PERSECUCION
La destrucción del ejército romano no solamente acaba con la paz del período precedente, sino que también introduce una situación
mundial dramáticamente cambiada.
En aquel tiempo hay un equilibrio en poderío entre: 1) el gobernador del Medio Oriente y las naciones con él
alineadas, y 2) Rusia y las naciones alineadas con ella. Destruido temporalmente el ejército ruso, el
gobernador del Medio Oriente aprovecha la situación
para proclamarse dictador mundial. En
una noche se apodera del control político,
económico y religioso del mundo. Se proclama a sí mismo gobernador sobre toda raza, lengua y nación (Ap. 13:7), y Daniel predice que devorará toda
la tierra, la «trillará y despedazará» (Dn. 7:23). Igualmente se apodera del poder económico
de todo el mundo y nadie puede comprar o
vender sin su autorización (Ap.
13:16-17).
Para Israel es un brusco retroceso, ya que el príncipe quebrantará el pacto y de la noche a la
mañana
se convertirá en su perseguidor. Esto introduce lo que Jeremías denomina como el
tiempo
de
la angustia de Jacob.
En
otros lugares
este período
es
descrito
como
la
Gran
Tribulación
(Dn. 12:1; Mt. 24:21; Ap. 7:14). Las tribulaciones de Israel
comienzan con la repentina cesación de sus sacrificios (Dn. 9:27; 12:11; Mt. 24:15). Consecuente con esto, Cristo aconseja a Israel que huya
inmediatamente a las montañas (Mt. 24:16-20). Será un tiempo de angustia sin precedentes para Israel, y millares de judíos serán masacrados (Zac. 13:8). El templo mismo será profanado y pondrán un ídolo del gobernador mundial en él (Ap. 13:15), y a
veces el mismo gobernador se sentará en el
templo para ser adorado
(2 Ts. 2:4). Esta es la
abominación
de desolación descrita en conexión
con la cesación de
los sacrificios. El gobernador mundial también se presentará a sí
mismo como un dios y
exigirá que todos le tributen adoración so pena de muerte (Ap.
13:8, 15).
Este período final comenzará a mediados de los siete años originalmente pactados y, en consecuencia, durará cuarenta y
dos meses (Ap. 11:2; 13:5; véase
Dn. 7:25; 9:27; 12:11-12).
Debido a su actitud completamente blasfema y por las persecuciones lanzadas contra judíos y
cristianos, el gobernador mundial que tiene su asiento en el Mediterráneo, presentado a menudo
con el nombre de Anticristo y descrito
en Daniel 9:26 como el «príncipe que ha de venir», será objeto de un terrible juicio divino. Todo esto está descrito en Apocalipsis capítulos
6 a 19. En la
ruptura de los siete sellos se presentan
detalles de estos hechos (Ap. 6:1 - 8:1), en el toque de las siete
trompetas (Ap. 8:2-21;
11:15-19) y el derramamiento de las siete copas de la ira de Dios
(Ap. 16).
En la tierra se producirán
juicios sin precedentes.
En Mateo 24:21-22 Cristo los describió
como un período tan terrible que si no fuera detenido por la segunda venida de Cristo habría resultado en el exterminio de toda la raza.
La mayor parte de la población del mundo es destruida por las guerras,
pestilencias, hambrunas, estrellas
que caen del cielo,
terremotos,
posesión demoníaca y una
grave interrupción del orden de las fuerzas naturales en el mundo.
El desorden resultante
de estos desastres
crea oposición al gobernador mundial en el Medio
Oriente. Es incapaz de cumplir sus promesas de paz y abundancia. Como resultado se producen
revoluciones de carácter mundial y grandes porciones del mundo se rebelan contra su autoridad. Esto acaba en una gran guerra descrita en Daniel 11:40-45 y en Apocalipsis 9:13-21; 16:13-21.
Las naciones del mundo se traban en una lucha, en una batalla pendular de avances y retrocesos
con grandes ejércitos
del sur, grandes ejércitos del norte y un gigantesco ejército
del oriente que descienden hacia la Tierra Santa a fin de ofrecer batalla. En la cúspide de este conflicto, Jesús regresa en poder y gloria para dejar caer su juicio contra los hombres malvados reunidos en esta lucha
y para establecer su reinado milenial.
En conjunto, los hechos
que desembocan
en la segunda venida de Cristo se describen con
considerable detalle en el Antiguo Testamento y en el Nuevo. El período es una dramática
secuencia de acontecimientos terribles que no tienen igual en ningún
otro período de la historia o la profecía. Las muchas indicaciones de que el mundo se está moviendo en dirección
a ese clímax hacen altamente pertinentes las enseñanzas bíblicas
acerca de la inminencia de la venida del Señor por los suyos en el
arrebatamiento.
PREGUNTAS
1. ¿Qué enseña la parábola de la cizaña acerca del carácter
general del período que queda
entre la primera y la segunda venidas de Cristo?
2. Nombrar
las otras seis parábolas de Mateo
13, e indicar su enseñanza
general.
3. Tomado como un todo, ¿qué enseña el capítulo
13 de Mateo acerca de todo el período que
queda entre las dos venidas de
Cristo?
4. ¿Da Mateo
13 alguna justificación para
las enseñanzas del postmilenialismo?
5. ¿Cuáles son las nueve señales del
fin del siglo que se hallan en
Mateo 24:3-14?
6. ¿Cuáles son los aspectos más importantes de la
apostasía predicha en 2 Pedro 2 - 3?
7. Después que ocurra el arrebatamiento, ¿cuáles
son los tres períodos que siguen y que conducen a la segunda venida de Cristo
para establecer su reino?
8. ¿Cuál será la situación de la iglesia, de Israel y de los gentiles en el período de preparación
que sigue al arrebatamiento?
9. ¿En qué sentido podemos decir
que la iglesia estará en
la tierra después del arrebatamiento?
10. ¿En qué consistirá el importante papel de Israel
en el período de preparación?
11. ¿Qué importantes sucesos políticos ocurrirán en el
período de la preparación?
12. Describir la situación
de Israel y la iglesia
mundial durante
el período de paz que seguirá a la promulgación
del pacto con Israel.
13. ¿Qué hecho destruirá la tranquilidad en el Medio Oriente al final del período
de paz?
14. Describir el cambio repentino al comenzar el período de persecución, en relación
con
Israel, el mundo y la iglesia mundial.
15. ¿Qué juicios derramará Dios sobre el mundo durante
el período de persecución?
16. Describir la gigantesca
guerra mundial final.
17. A la luz de la preparación
del mundo para estos sucesos, ¿qué se indica acerca de la inminencia del
arrebatamiento?
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